Educacion desde la casa en New Jersey

En Nueva Jersey, la educación en el hogar es legal y está permitida siempre que los padres cumplan con los requisitos estatales. A continuación, te explico cómo funciona la educación en el hogar en Nueva Jersey:
1. No es necesario registrarse
- Los padres no están obligados a notificar a ninguna agencia gubernamental ni a registrar a sus hijos para educarlos en casa.
- Tampoco es necesario presentar un plan de estudios ni obtener aprobación del estado.
2. Requisitos del plan de estudios
- La ley de Nueva Jersey exige que los niños reciban una educación equivalente a la que se imparte en las escuelas públicas, pero no especifica qué materias deben enseñarse.
- Se recomienda cubrir las materias básicas como:
- Artes del lenguaje (lectura y escritura)
- Matemáticas
- Ciencias
- Estudios sociales (historia y geografía)
- Educación física
- Otras asignaturas opcionales según el criterio de los padres
3. Cualificaciones de los padres
- No se requiere que los padres tengan certificaciones o títulos específicos para educar en casa.
4. Requisitos de asistencia
- No hay un número mínimo de días de instrucción requerido por el estado.
- Sin embargo, se espera que la educación en el hogar sea continua y sustancial.
5. Pruebas y mantenimiento de registros
- Nueva Jersey no exige exámenes estandarizados ni informes de progreso.
- Aunque no es obligatorio, se recomienda que los padres mantengan registros del plan de estudios, calificaciones, muestras de trabajo y cualquier otra evidencia del aprendizaje del estudiante.
6. Transición a la escuela pública
- Si un estudiante educado en casa desea regresar a la escuela pública, la escuela puede realizar evaluaciones o revisar el expediente académico del estudiante para determinar el nivel de grado adecuado.
7. Educación secundaria y graduación
- Los estudiantes educados en casa no reciben un diploma emitido por el estado, pero los padres pueden otorgarles un diploma privado.
- Para ingresar a la universidad o al mercado laboral, se recomienda que los estudiantes mantengan un expediente académico detallado y, si es posible, presenten exámenes como el GED, SAT o ACT para demostrar sus conocimientos.